Sin duda uno de los problemas más difíciles de llevar en una pareja es la infidelidad. No obstante, algunas personas no sólo son capaces de perdonar una infidelidad, sino de creer que es un problema que tiene solución. Os dejo el caso de una amiga que hacía esta consulta en mi tarot online, y que decía así: -Paloma, quiero saber cómo poner fin a las infidelidades de mi marido-. Veamos su testimonio así como la solución a su problema.
“Hola, Paloma. Aunque estoy segura de que mi marido me quiere y no me falta nada, sé desde siempre que ha tenido alguna vez que otra sus pequeños deslices. Aunque como puedes imaginarte esta situación nunca ha sido para mí plato de buen gusto, he sabido mirar para otro lado, pensando que en realidad yo seguía manteniendo un matrimonio feliz y si hablaba eso podía estropearlo todo. Han sido años en los que, de tarde en tarde, se han ido dando algún que otro episodio y que como te decía he ido llevando medianamente bien. Sin embargo ya me siento más mayor, y temo que en alguna de esas aventuras mi esposo se llegue a enamorar de verdad de una mujer más joven. Creo que es el momento de coger la situación de una vez por todas y darle una solución. Es por eso que me gustaría saber si existe algún modo de poner fin a los escarceos de mi esposo sin que ello repercuta de forma negativa en nuestro matrimonio.”
Hechizo para poner fin a las infidelidades
Sin duda, para esta amiga había llegado el momento de hacer frente a una situación que había arrastrado a lo largo de todo su matrimonio. Me puse en contacto con ella y le expliqué que se podía acabar con la infidelidad de su pareja, y que haríamos un trabajo para ello. Antes de seguir, aconsejé comenzar realizando una lectura de tarot, y así poder saber con todo detalle el estado sentimental del marido, y de este modo elegir la solución más eficaz al problema. Las cartas mostraron a un hombre comprometido, con las ideas muy claras de dónde estaban los límites entre su pareja y su familia y las aventuras pasajeras que para él sólo ayudaban a mantener viva su necesidad de saberse capaz de conquistar. Sin embargo, como temía mi amiga, esta situación podía volverse peligrosa y por eso había que buscar la manera de erradicarla. Decidí realizar un hechizo de magia blanca para evitar la infidelidad. Con este fácil pero eficaz ritual, esa necesidad de conquistar y de seducir se reconduciría hacia la propia pareja. Por ello, aconsejé a mi amiga que debería trabajar para mantener un ambiente lúdico, volver a los juegos de seducción y adoptar medidas que devolvieran a la pareja las sensaciones olvidadas. A las pocas semanas mi amiga me confirmó que su esposo había reaccionado a sus señales y estaba volcado en una nueva etapa en la que habían comenzado a redescubrirse y en la que se hallaban felizmente implicados.
Deja una respuesta