Confiar en tu tarotista es de vitar importancia para obtener buenos resultados. La lectura de cartas siempre va a darte respuestas y consejos, pero eres tú quien debe decidir si vas a escucharlos, y ahí es donde entra la confianza.
Cuando das el difícil paso de contar tus problemas de pareja a otra persona, lo haces porque confías en ese profesional que está al otro lado. Le abres tu corazón y esperas su ayuda porque ves que es alguien especial. Esto es algo que veo en las amigas que me consultan cada día, pero lo que poca gente sabe es que yo también agradezco sentir esa conexión con ellas. La confianza es mutua: a base de preocuparme por los problemas de esa persona, surge una amistad y le ofrezco mi ayuda porque se crea un vínculo en el que nos escuchamos mutuamente.
Pedirle consejo al tarot
Las cartas del tarot de Marsella nos brindan su consejo y su ayuda porque confiamos en ella igual que en la tarotista. Tanto si llegas a la consulta en un estado de desesperanza como si simplemente buscas una segunda opinión sobre un problema de pareja, el tarot brinda su consejo a quien lo quiera escuchar. Hay muchos campos en los que ayuda:
- Infidelidad
- Dudas sobre los sentimientos de la pareja
- Recuperar a un ex
- Alejar a una mala persona
Todas estas son cuestiones que sólo le confiaríamos a un amigo, y tu tarotista trata de ponerse en el lugar. Hay mucha responsabilidad en atender a una persona que lo está pasando mal y la obligación de quien lee las cartas del tarot es prestar su máxima dedicación. La confianza de esta amiga con problemas sólo se logra con discreción, empatía y la máxima dedicación.
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