Os muestro un testimonio más de los que llegan a mi tarot online, y que algunas personas quieren compartir con todos nosotros.
Para esta amiga su historia comienza el primer día de curso del pasado año. Llevaba casi una década como profesora en el departamento de Lengua y como cada año llegaban algunos profesores nuevos. Entre ellos un chico bastante joven y que, casualmente, también estaría en su departamento. Nada parecía presagiar lo que acabaría ocurriendo. Con el paso de las semanas y las reuniones de trabajo se fue forjando una relación bastante cordial, y la diferencia de edad, doce años, no parecía importar en absoluto para la complicidad que se había ido creando. Hasta entonces siempre habían sido encuentros en el lugar de trabajo, pero ya a mediados de curso el joven profesor celebraba su cumpleaños, y quiso hacerlo invitando a una pequeña fiesta a sus amigos íntimos y a un par de compañeras de trabajo, entre las que se encontraba nuestra amiga. La velada fue bastante agradable y esa noche, al llegar a casa, esta amiga pudo darse cuenta de cuánto le gustaba su joven compañero, y de cómo le comenzaba a preocupar estos sentimientos.
Cómo conquistar a un hombre con un hechizo de magia blanca
Cuando contacté con esta amiga estuvimos hablando largo y tendido sobre el alcance de sus sentimientos, y de cómo para ella la diferencia de edad suponía una traba importante. A pesar de esto, sabía que lo que sentía era verdadero amor, y finalmente decidió que quería llegar hasta el final y averiguar si tenía alguna posibilidad. Tras esta determinación decidí realizar una lectura de tarot para averiguar la situación sentimental del chico. Las cartas mostraron que él se sentía muy bien cuando estaba junto a ella, y que la encontraba muy atractiva, pero que la sentía fuera de su alcance, ya que la consideraba “demasiada mujer”. Esta información fue crucial para seguir adelante, y el siguiente paso fue realizar un hechizo de magia blanca con azúcar para conquistar a un hombre.
Hicimos el ritual de magia blanca un viernes y el lunes nuestra amiga volvió a ver a su compañero en el trabajo. Ella estaba expectante y al cruzarse en el pasillo él la saludó y le dijo si podía hablar con ella a la salida del trabajo. Decidieron ir a tomar un café y él le dijo que necesitaba contarle algo. Que el día de su cumpleaños la invitó para que sus amigos pudieran conocerla, porque él les había contado que se sentía muy atraído por ella, que les había contado la diferencia de edad pero que ellos lo habían animado a intentarlo. Entonces invitó a la otra compañera para que no pareciera extraño y ella no se sintiera fuera de lugar. También le dijo que le parecía una mujer preciosa e inteligente, y que sabía que con toda seguridad ella lo rechazaría, pero que tenía que sincerarse con ella o estaría toda su vida preguntándose qué hubiera pasado si hubiera callado lo que sentía. Ella tomó su mano y le dijo que entendía sus miedos, porque a ella le ocurría exactamente lo mismo. Sonrieron y se abrazaron.
Hace un par de semanas que decidieron irse a vivir juntos y mi amiga así me lo hizo saber, feliz.
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