Recibí en mi tarot online, el testimonio nada fácil de una amiga que me decía así: -Hace poco que me he casado pero no puedo dejar de pensar en mi ex-. Sin duda, una situación bastante complicada que habría que solucionar lo antes posible. Asícontinúa su testimonio.
“Hola, Paloma, quisiera que me ayudaras con algún ritual a solucionar mi problema. Me siento muy confundida, ya que hace poco que me he casado pero no puedo dejar de pensar en mi ex. Tuve con él una relación de apenas un año que me dejó muy marcada. El que ahora es mi marido me ayudó mucho en los días en que estaba recuperándome de esa relación tan tormentosa, me apoyó en todo momento y de allí acabó surgiendo el amor. Es una persona increíble, siempre cuidándome e intentando hacerme feliz. No sé por qué soy incapaz de ser plenamente feliz a su lado y pienso con nostalgia en aquella persona que tanto daño me hizo. Por favor, Paloma, quiero ser feliz al lado de mi marido, sacar de mi cabeza al otro a cualquier precio, te pido que me ayudes.”
Cómo desligarse completamente de una relación pasada
Curiosamente, podemos llegar a obsesionarnos con quien nos causó dolor y pesar, a sabiendas de esa forma de relación sería siempre en los mismo términos. La necesidad de ser reconocidos, de sentirnos queridos aunque sea por una vez por esa persona a la que le dimos todo puede hacer que sigamos sufriendo, aún cuando el tiempo y la distancia transcurridos digan lo contrario. Realicé una lectura de tarot, para determinar cuáles eran los verdaderos sentimientos de esta amiga hacia aquel hombre que le causó tanto daño y las cartas mostraron que no era enamoramiento, ni siquiera cariño. En realidad era una especie de asignatura pendiente, una deuda sin pagar por parte del chico. En definitiva, un pensamiento negativo que mi amiga debía desterrar, ya que le estaba ocasionando más daño del estrictamente necesario. Le propuse realizar un ritual de alejamiento, con él iría perdiendo fuerza los pensamientos en los que aparecía este chico, dando paso a la indiferencia y, finalmente, dejaría de pensar en él. Para potenciar el cambio de pensamientos realicé también un ritual de sueño, con el que la imagen de su esposo se vería reforzada, desplazando del todo a la del otro hombre.
Varias semanas después de nuestro contacto volvimos a hablar sobre el tema y mi amiga me confirmó que aquellos pensamientos que tanto la había angustiado ya habían desaparecido y que, incluso, ahora en la distancia, le parecían incluso ridículos. Ahora se sentía afortunada e inmensamente feliz junto a su marido.
Deja una respuesta