El amor puede surgir en el lugar más insospechado. Lo veo a menudo en mi consulta de tarot online. A veces un compañero de trabajo o de clase, un amigo o simplemente un hombre al que vemos cada mañana en la parada del autobús puede despertar unos sentimientos muy profundos. Sin embargo en estos casos hay una gran dificultad para tender un puente sobre el que comenzar el acercamiento. En situaciones como éstas es ideal realizar un hechizo para enamorar a un hombre. De esa manera sus sentimientos comenzarán a crecer y pronto surgirán oportunidades para iniciar un acercamiento. Éste es el caso de una amiga que me consultó hace no mucho.
“Hola Paloma. Estoy enamorada de un hombre con el que tengo cierto trato pero no sé cómo iniciar un acercamiento. Trabajo en una tienda de material de oficina y él viene bastante a menudo. Es encantador, guapísimo, agradable y muy paciente. Siempre que viene charlamos un rato, su sonrisa me ilumina para toda la mañana. Me gustaría intentar acercarme a él pero no sé cómo hacerlo, no sé dónde vive ni por dónde sale y no me atrevo a preguntárselo directamente. Sé que no tiene pareja por un comentario que hizo pero necesito ayuda. Podrías decirme cómo hacer un hechizo para enamorar a ese hombre?”
Me puse en contacto con esta amiga y enseguida decidimos que hiciera una lectura de tarot sobre los sentimientos de ese hombre para saber qué posibilidades tenía ella y cómo podía conseguir que surgiera la chispa. Esa misma noche hice la tirada de cartas.
En la lectura de tarot pude ver que efectivamente era un hombre sin compromiso, abierto al amor pero sin una necesidad acuciante. En estos momentos estaba libre pero no era algo que le preocupase. Se notaba que era educado, alegre, abierto y muy culto; algo que le había cautivado a mi amiga. Para él, ella era una chica agradable con la que charlar un rato cada vez que tenía que comprar algo. Una cara amable pero poco más, no había reparado en ella y verdaderamente era difícil porque tras un mostrador con una barbaridad de trabajo no estaba en su mejor momento para poder despertar en él la curiosidad. Entre ellos había un leve vínculo afectivo y tenían cierta complicidad por la frecuencia con la que charlaban, pero eso era todo. Para potenciar ese vínculo y conseguir que él se fijase en ella, le recomendé que realizara un hechizo para enamorar. Con este hechizo, él comenzaría a verla con otros ojos y pronto tendría una oportunidad para comenzar algo juntos. La verdad es que los dos se parecían mucho en su forma de ser y podían ser muy felices juntos, sólo necesitaban echar a andar la rueda.
Le expliqué a mi amiga cómo realizar el hechizo para enamorar a un hombre y aclaré todas sus dudas aunque debido a su inseguridad me pidió que hiciera yo el ritual por ella. Acepté encantada. Sabía que haciéndolo correctamente ellos dos tendrían muchas posibilidades de estar juntos y ser felices. Esa oportunidad merecía poner toda la carne en el asador y esa misma noche me puse con su ritual.
Lo terminé y le escribí a mi amiga para explicarle que todo había ido bien. Ahora sólo tenía que dejar pasar dos semanas y después iniciar un tímido acercamiento. Si no era él quien daba el primer paso desde luego estaría mucho más receptivo que antes.
Pasaron dos semanas y fué ella quien me escribió. Desde el día después del ritual se dió cuenta de que él la miraba con otros ojos, comenzó a quedarse charlando un poco más, empezó a bajar a la tienda por cualquier excusa o a comprar muy pocas cosas en lugar de esperar a tener varias cosas que comprar como hacía antes y entonces sucedió: Uno de los días que él bajó y que no había nadie en la tienda el dijo “Oye, hace mucho que nos conocemos y siempre estamos en esta tienda. ¿Te apetece tomar un café conmigo cuando termines la jornada? Es un poco tedioso ir siempre de casa al trabajo, del trabajo a casa y no tener oportunidad de pasar un rato con gente agradable al terminar”. Al oír esa proposición totalmente inocente, a mi amiga casi le da un vuelco el corazón. Aceptó encantada y aquella tarde tomaron un café y charlaron de todo. Poco a poco comenzaron a quedar todos los días al terminar el trabajo hasta que un día él le invitó a ir al cine un sábado, al sábado siguiente fueron a tomar unas copas… Y dejaron de ser dos extraños para iniciar una relación muy especial.
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