Hechizo para enamorar a una amiga

Hechizo para enamorar a una amiga

Acudía hace un tiempo a mi consulta de tarot online un amigo que no sabía qué hacer. Me decía así: -Paloma, hay una chica que además de ser mi mejor amiga, sé que es mi mujer ideal, pero tengo miedo a dar el paso y perderla en todos los sentidos, necesito un hechizo para enamorar a mi amiga.- Así nos lo contaba.

Hechizo para enamorar a una amiga

“Hola, Paloma. Soy un chico de 41 años y quiero un hechizo para enamorar a una amiga. Llevo una vida muy normal y la verdad es que también un tanto aburrida. Trabajo muchas horas, y los pocos momentos que tengo libres los aprovecho para descansar, leer y poco más. Imagino que el aburrimiento proviene de no tener nadie, una pareja, con la que ocupar este tiempo libre, que aunque poco, siempre es más agradable ocupar en compañía.

Pero los años van pasando y la esperanza de conocer a una chica que me enamore pasa de igual manera. Mi madre, toda mi familia me anima para que salga más e intente conocer chicas. Incluso me han aconsejado que me apunte a páginas por internet para buscar pareja. Pero yo no necesito nada de eso, porque no necesito ninguna página para enamorarme. Porque ya estoy enamorado, y desde hace mucho tiempo.

Quiero un hechizo para enamorar a una amiga para una mujer que hace muchos años que me gusta. El problema es que cuando dos personas son tan amigos como los somos ella y yo, es muy difícil, a menudo pienso que imposible, dar un paso más hacia adelante. Lo he pensado tantas veces, pero atravesar esa barrera podría ser algo definitivo y que diera al traste con nuestra amistad. He valorado hacer un hechizo para evitar la infidelidad y que sólo se fije en mi, me aterra que encuentre a otro.

Tengo mucho miedo a que eso ocurra. Por eso soy incapaz de atreverme a decirle nada, porque no me perdonaría nunca perder a la persona más importante que tengo. Pero por otro lado, sé que no voy a conocer a ninguna chica mejor para mí que ella. Ella es mi mujer ideal. Estoy hecho un lío. Necesito ayuda para enamorar a una amiga.”

Una lectura de tarot nos muestra el hechizo más adecuado

Cuando contacté con este amigo y hablamos y me dijo que por carácter, por forma de ser y de ver la vida, sabía que esta chica era su alma gemela. Tenía tan claro que estaban hechos el uno para el otro, que le aconsejé una lectura de tarot para conocer si para ella, él sería después de tantos años sólo eso, un amigo, o quizá algo más. Las cartas nos lo aclararían.

Las cartas nos mostraron que eran mucho más almas gemelas de lo que él habría pensado nunca y por eso merecía la pena hacer un hechizo para enamorar a una amiga. Ella tampoco había tenido una pareja estable en todos estos años, bien es verdad que lo había intentado con un par de chicos, pero nunca la relación había llegado lejos, y el motivo no era otro que él.

Nuestro amigo era el chico con el que ella congeniaba tan bien en absolutamente todo, que nunca encontraba en otro chico todo lo que él tenía y todo lo que compartían. Pero él jamás en todos estos años le había demostrado un interés por ella más allá de la amistad, así que nunca se había atrevido a decirle nada. Pero sabía que en el fondo buscaba conocer a un chico que fuera como él, que fuera él.

Mi amigo no podía creer lo que estaba oyendo. De repente se sintió el chico más afortunado del mundo gracias al hechizo para enamorar a una amiga. Así todo realizamos un hechizo de amor con una fotografía para conquistar a una mujer, ya que el amor de él por ella era limpio y verdadero. Tanto como las cartas nos habían dicho que era el de ella por nuestro amigo, y con esas premisas y una foto de tantas que en tantos años se habían hecho juntos, potenciaría esos sentimientos que debían de hacerse aún más fuertes al mostrarse el uno al otro lo que sentían y generar gracias a este hechizo una pasión intensa entre ambos.

Lo demás ya fue cosa de ellos. Al mes mi amigo se puso en contacto conmigo de nuevo y me contó profundamente feliz, que pocos días después de haber realizado el hechizo, habían vuelto a tener una de sus ya míticas largas conversaciones, pero esta había sido muy diferente. Por ambas partes. Ya eran una pareja, y como él me dijo, lo habían sido siempre.