La vida en pareja puede atravesar etapas en la que las dos personas están más desconectadas entre sí, o en la que esa faceta carece de todo el entusiasmo que se presupone debe tener para que un proyecto de vida común tenga razón de ser. Una amiga se ponía en contacto a través de mi tarot online, y me decía: “Mi marido no me presta atención, parece estar más volcado en cualquier cosa antes que en nuestro matrimonio”. Cuando esto ocurre, siempre podemos buscar una solución, como hizo esta amiga, que me contaba así su caso.
Mi marido ha perdido el interés por mi
“Hola, Paloma. Mi marido y yo llevamos casi once años casados y dos más de novios. Puede decirse que estos trece años en común han sido los años más felices de mi vida, y creo que también de la de él. En realidad, tendría que decir que han sido doce los años felices, ya que este último año mi esposo no parece el mismo de siempre. Nunca está en casa, va al gimnasio después del trabajo, ha perdido totalmente el interés por mi o mis cosas, nunca me pregunta. Hemos dejado de salir los fines de semana porque él se va a correr desde la mañana a la tarde y no cuenta conmigo para realizar actividades en común, o ayudarme con las cosas de casa. Noto que huye de la relación de esta manera, evitando todo contacto con la excusa de estas aficiones a las que dedica todo el tiempo que antes me dedicaba a mí. Sé que no hay otra mujer, pero estoy segura de que sus sentimientos hacia mí han cambiado completamente. Ayudame a recuperarlo, Paloma, sin él mi vida no tiene sentido”
Cómo recuperar el interés de tu pareja
No sabemos en qué momento una relación parece haber llegado a su fin. Sin embargo, no debemos tirar la toalla si pensamos que esto está sucediendo. Existen remedios para recuperar el interés de tu pareja que pueden rescatar una relación que ya creemos que no puede dar más de sí. Así se lo expliqué a mi amiga, a la que aconsejé realizar una lectura de tarot, y averiguar el estado sentimental de su esposo. Las cartas mostraron que había perdido todo el interés que antes sentía por su vida matrimonial. No deseaba a su mujer, aunque le tenía cariño, tampoco sentía que la amaba con el amor que debe haber en una pareja. Se sentía incapaz de romper de un modo claro para no dañarla, porque no tenía nada en contra de ella y no soportaba la idea de hacerle daño, así que se había buscado una vida alternativa, la de sus aficiones que lo mantenían alejado de esa sensación de fracaso en la que se había convertido para él su matrimonio. Mi amiga se derrumbó tras esta noticia, ya que, a pesar de esperarse una situación poco halagüeña, confirmarlo de esta manera resultaba muy duro para ella. Entonces me dijo: “Paloma, ¿y ahora qué?”. Le dije que haría todo lo que estaba en mi mano. Decidí realizar de inmediato un ritual de sueño, y un hechizo de magia blanca con miel para recuperar la pareja. Ambos rituales se potenciarían el uno al otro.
uedé en contactar con mi amiga en breve. Me llamó ella una mañana, estaba nerviosa y muy feliz. Parecía que el milagro que tanto esperaba, finalmente, había sucedido. Una mañana observó que su marido no le quitaba la mirada de encima. Parecía como si la estuviese viendo por primera vez en mucho tiempo, luego se acercó a ella y la abrazó en silencio largamente. A raíz de aquello comenzó a acompañarla a todas las horas del día, y aunque nunca ha comentado nada de lo que le ocurrió, mi amiga sabe que él vuelve a ser el hombre enamorado que un día fue.
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