Una amiga se confiaba a mí en mi tarot online, y me decía así: -Mi matrimonio no funciona porque mi esposo no quiere que tengamos hijos. Veamos cómo sigue su historia y la forma en que solucionamos su problema.
“Hola, Paloma. Hace cuatro años que mi marido y yo nos casamos y tengo que decir que los tres primeros años de matrimonio han sido muy felices. Sin embargo esta felicidad se ha transformado durante el último año en constantes discusiones, malas cara y falta de ilusión. Todo esto surgió a raíz de una conversación que mantuvimos mi marido y yo acerca de los hijos. Aunque te parezca extraño nunca antes habíamos hablado sobre este tema, en mi caso porque hasta ahora no me lo había planteado siquiera si me gustaría ser madre algún día o no. Curiosamente, a todas las mujeres nos llega ese día en que nuestro reloj biológico nos avisa de que ha llegado el momento de decidir dar el paso. La sorpresa fue cuando, al sacar a relucir este tema, mi marido me contestó rotundo que él no quería hijos, ni ahora ni más adelante. Según él, los hijos requieren un esfuerzo y una responsabilidad que él no posee. Ese día no pude discutir sobre el tema, no me esperaba esa respuesta y me dejó totalmente fuera de juego ya que, sinceramente, ni siquiera tenía claro si realmente yo quería ser madre. Pero pasados unos días comencé a pensar serenamente sobre el tema y llegué a la conclusión de que sí que quería tener esa maravillosa experiencia. Al volver a hablar de ello comenzaron los desentendimientos y a dejar de funcionar nuestro matrimonio, ya que mi marido sigue totalmente convencido de que no quiere tener hijos. Le quiero mucho, pero no sé si estoy dispuesta a renunciar a ser madre para seguir a su lado. Por favor, Paloma, necesito tu ayuda para hacerle cambiar de parecer.”
Cómo convencer a tu pareja para que acepte ser padres
Cuando dos personas tienen tan claro posturas que son tan dispares, es difícil llegar a un consenso. En este caso comenzamos por realizar una lectura de tarot, antes de dar el siguiente paso. Las cartas mostraron un convencimiento casi sin resquicios del esposo de mi amiga. Sin embargo, paradójicamente, también mostraron a una persona responsable y muy capaz de disfrutar del compromiso de ser padre. Mi amiga dio el paso entonces de seguir adelante en su idea de ser madre. Para ellos realicé un hechizo de magia blanca con miel para afianzar la relación de pareja, a fin de aunar criterios sobre esta idea, además, para potenciar que esto ocurriese a muy corto plazo, realicé un ritual de endulzamiento, con el que todos los argumentos de mi amiga tendrían un hondo calado en el esposo, y accedería a cumplir su sueño de forma voluntaria.
Hablamos semanas más tarde y mi amiga me confirmó que, por fin, su esposo ha recapacitado sobre la paternidad, y ahora están ilusionados haciendo planes de futuro y buscando el momento de comenzar una familia.
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