Las rupturas siempre tienen una causa. En ocasiones no somos conscientes de lo mucho que pueden doler ciertas actitudes y en otros momentos sólo nos damos cuenta cuando es demasiado tarde para recuperar la relación. Ésta es la historia de un hombre que acudió a mi consulta de tarot online porque su novia le había dejado y necesitaba ayuda para recuperarla.
“Hola Paloma, hace casi dos meses que mi novia me ha dejado. No me he dado cuenta de lo mucho que la necesito hasta que la he perdido. Me dijo que no la escuchaba, que hacía mucho que no tenía detalles y que estaba cansada de llevar el peso de la relación. Al principio no entendí qué es lo que pasaba pero ahora me he dado cuenta de que no he sido el hombre que ella necesita en su vida. Cada día que pasa soy más consciente de lo mucho que la quiero y la necesito pero temo que ya sea demasiado tarde para recuperar la relación. Necesito tu ayuda con algún hechizo o algún trabajo con el que pueda conseguir que vuelva a mi lado, la necesito. Sin ella mi vida está vacía.”
Me puse en contacto con este amigo y decidí hacer una lectura de tarot para saber qué tipo de relación tenían antes y qué es lo que había sucedido para que las cosas se hubiesen torcido. Al terminar la tirada lo vi todo claro, eran dos personas compatibles, que podían haber sido muy felices juntos pero él comenzó a no prestar atención a su novia. La relación se convirtió en algo más en su vida, no era especial y no le dedicaba apenas tiempo a cultivar ese noviazgo. Había dejado de ser detallista, no tenía tiempo para estar con ella a solas y rara vez le preguntaba cómo se encontraba. En definitiva, había dejado de regar la planta del amor y ésta se había secado.
Dadas las características de su relación y el estado en el que se encontraban los sentimientos de su novia, le recomendé que para recuperarla realizara un hechizo de amor con miel para conquistar a una mujer. De esa manera lograría que ella tuviera recuerdos positivos de su relación y conseguiría que le diese otra oportunidad ya que su vínculo se encontraba muy desgastado y necesitaba un pequeño empujón.
Mi amigo realizó el ritual no sin esfuerzo, ya que no encontraba el momento ni el lugar adecuado y necesitó de cierta asistencia por mi parte (que yo le presté encantada) dado que era la primera vez que hacía un trabajo de este tipo.
Pasada una semana le recomendé que se pusiera en contacto con su novia y que la invitase a tomar un café para charlar tranquilamente. Ella aceptó y durante ese café él se sinceró y le explicó que se había dado cuenta de los errores que había cometido y de lo mucho que la necesitaba a su lado. Había comprendido que mantener una relación exigía un esfuerzo que ahora sí estaba dispuesto a realizar y que si se quedaba con él se esforzaría cada día en hacerla la mujer más feliz del mundo. Al terminar de hablar ella le dijo que llevaba varios días en los que no hacía más que recordar los momentos felices que habían vivido juntos pero no había hecho nada porque tenía dudas sobre el futuro de su relación, pero al haber visto su cambio de actitud estaba dispuesta a darle una segunda oportunidad.
Lo último que supe de mi amigo es que volvían a estar juntos y tras ese paréntesis todo iba mejor que nunca. Ahora los dos son mucho más felices y aprecian el valor de ese noviazgo.
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