“Hola, Paloma. He comenzado una relación hace apenas tres meses y a pesar del poco tiempo que llevamos ya hemos tenido nuestros más y nuestros menos. El motivo de estas desavenencias es que yo me siento muy insegura, y cuando le insisto en que tengo miedo, él acaba enfadándose porque dice que no valoro lo que me da. No puedo evitar lo que siento. Me da mucho miedo confiar en alguien y que más tarde llegue la decepción, pero no quiero que mi relación termine estropeándose a causa de mis dudas. Quisiera saber cómo puedo estar segura de su amor y si le ves futuro a lo nuestro.”
Confiar en los sentimientos de la pareja
Definitivamente, no se puede disfrutar al cien por cien de una relación si aún nos quedan dudas sobre ella. Confiar en el otro es fundamental en una pareja; sin esta confianza donde sustentar el amor es, prácticamente imposible, que esa relación crezca y dé sus frutos. Los traumas pasados habían hecho de mi amiga una persona tremendamente temerosa, por lo que se hacía necesario recurrir a otros métodos para garantizarle que podía sentirse segura ante los sentimientos de su pareja. Cuando contacté con ella le propuse realizar una fácil y rápida lectura de tarot, y rápidamente podría solventar todas esas dudas que no la dejaban avanzar en la relación. Las cartas mostraron que el chico estaba enamorado y convencido de que ella era la mujer de su vida, sin embargo, se hallaba bastante desanimado y había estado a punto de tirar la toalla a causa de la impotencia que le producía la cerrazón de ella y sentir que la mujer de la que estaba enamorado no era capaz de confiar en él. Mi amiga por fin pudo relajarse tras conocer que no tenía nada que temer. A hora tendría que demostrarle a su chico que estaba dispuesta a darse de lleno en la relación, y debía ser ella quien le convenciera de que estaba realmente entregada, sin ningún tipo de dudas. Para ayudar a despejar todo el malestar y la energía negativa que había ido acumulándose durante todo este tiempo, realicé un ritual para abrir caminos. Ahora todo estaba dispuesto para que la relación fluyera sin más trabas, sólo había que mostrar las ganas de trabajar en ello, y mi amiga estaba bien dispuesta a ese cambio. Semanas más tarde me contó que ahora su relación estaba consolidada, eran muy felices y habían llegado a un punto de complicidad que nunca hubieran imaginado.
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