Otro caso difícil de una amiga que se sentía atrapada en una relación no deseada por ella y que acudió a mi tarot online, ya que necesitaba que su marido la dejase, para así no tener que afrontar un conflicto con él:
“Paloma, necesito que mi marido pierda el interés por tenerme a su lado, ya que es la única forma en que yo puedo librarme de él. Me casé muy joven y desde el primer momento he sido prácticamente una criada y una prisionera en mi matrimonio. No se me permite decidir nada, ni siquiera en lo que concierne a lo puramente doméstico. Mi marido es un auténtico maniático de la limpieza y el orden y cada día organiza las tareas que yo debo realizar. Además, nunca he podido matricularme en ningún curso de formación, cosa que me hubiera ilusionado muchísimo, porque tendría contacto con otras personas, pero él dice que una esposa no necesita saber más que atender perfectamente la casa y las necesidades de su marido. Ni siquiera me ha permitido sacar el carnet de conducir, ya que opina que no lo necesito para nada. Me siento prisionera y profundamente infeliz, pero sé que la única forma de que esta situación se termine pasa porque sea mi marido quien así lo decida. Es por eso que te pido ayuda, Paloma. Necesito que mi marido no quiera tenerme a su lado, no tenemos hijos aún y pienso que todavía estoy a tiempo de escapar de esta relación.”
Alejamiento para acabar con una relación no deseada
Verdaderamente la situación de esta amiga era bastante dramática, prácticamente estaba viviendo una vida que no le pertenecía, al lado de alguien que la hacía profundamente desgraciada y que dirigía su destino. Me puse rápidamente en contacto con ella y tras una conversación en la que me pormenorizó su día a día, decidí no dejar pasar ni un instante más sin buscar una solución que acabase con aquella injusta situación. Primero realicé una lectura de tarot. Por desgracia, en las cartas vi reflejada la misma realidad que me había contado esta amiga. Y de no hacer nada para remediarlo el destino de esta persona seguía atado al de su marido de por vida. Decidí realizar un trabajo de alejamiento con el que el marido comenzaría a sentirse muy incómodo en la relación hasta el punto de decidir romperla. Le prometí a mi amiga volver a contactar en breve para interesarme por su problema, pero la tranquilicé advirtiéndole que no tardaría en ver resultados favorables.
No hizo falta que yo contactara, lo hizo mi amiga antes de dos semanas. Según ella se había obrado el milagro por el que tanto había rezado. Una mañana, mientras desayunaban, su marido le tendió sobre la mesa una serie de documentos. Le advirtió que no iba a admitir una negativa por su parte. Eran los papeles del divorcio y ella debía firmarlos sin rechistar.
Como podéis imaginar, la última orden de su marido fue la que obedeció con mayor alegría. Ahora mi amiga ha tomado las riendas de su vida y por fin ha rehecho su vida felizmente.
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