“Querida Paloma, estoy desesperada. Mi novio me ha dejado. Todo ha sucedido de la noche a la mañana. Hace una semana tuvimos una discusión por una tontería, el tono se elevó sin saber cómo y al final se marchó de casa dando un portazo. Desde entonces solo hemos hablado una vez. Me ha llamado para decirme que lo nuestro ha terminado y que no quiere saber nada de mí”.
Hace un tiempo recibí este mensaje en mi consulta de tarot por email de una chica totalmente desolada. Su novio le había dejado y no entendía el por qué. No sabía si es que realmente la relación se había agotado sin más o si su novio había conocido a otra mujer y había buscado una excusa para romper o se trataba de una reacción en caliente y las cosas volverían a su cauce en poco tiempo.
Una lectura de tarot descubrió la verdad
Afortunadamente el tarot de Marsella da respuestas muy precisas cuando se trata de ver qué está pasando en una relación de pareja. Decidimos que debía realizar una tirada cuanto antes para descubrir por qué le había dejado su novio y qué podía hacer para recuperarlo.
Al realizar la lectura de cartas pude ver que no había terceras personas. Fue todo un consuelo porque cuando hay alguien más, todo se complica enormemente y es mucho más difícil recuperar la relación anterior y sobre todo la confianza. Las dos cartas que dominaban la tirada eran el loco y la emperatriz. Lo cual a grosso modo les describía a ambos.
Ella claramente era la dominante de la relación, era algo más mayor que él (casi diez años) y mucho más madura. Llevaba la casa, las cuentas y se preocupaba de todos los pequeños detalles del día a día.
Él estaba definido por la carta de el loco, y eso lo dice todo. Era mucho más inestable y algo inmaduro. No era en absoluto una mala persona, era agradable, sociable, gracioso y muy encantador pero le faltaba un poco de seriedad. Fuera del trabajo no era responsable de nada y además se estaba acercando a la treintena, lo cual le había provocado una crisis de identidad. De repente no sabía lo que quería, sentía que la vida pasaba sin que él la aprovechase al máximo.
Y ese era el gran problema. El gran problema entre hombres y mujeres: los dos eran muy compatibles y eran felices juntos pero él tenía miedo a dejar de serlo algún día, cuando fuese demasiado tarde para rehacer su vida.
Se lo dije a ella y me dijo que era lo que se temía más o menos. Estaba casi segura de que no había otra mujer porque “lo hubiera notado”, pero a veces tenía la sensación de que él se sentía un poco “atrapado” en esa relación.
Afortunadamente en la tirada también ví que en poco tiempo él empezaría a echarla de menos ya que se daría cuenta de que aquello que antes le molestaba tanto a la larga le resultaba imprescindible para ser feliz. Realmente él la necesitaba tanto como ella a él pero necesitaba darse cuenta.
Le dije a aquella chica que cuando él volviese tendrían ocasión de retomar la relación. Él quería pedirle perdón a ella pero no sabía cómo, así que lo mejor era hacer como si no hubiera pasado nada, porque las cosas se arreglarían por si solas.
En los días que pasaron entre la consulta y ese reencuentro, decidimos realizar un ritual de endulzamiento, para potenciar todos esos sentimientos de afecto y cariño entre ellos y asegurarnos de que todo salía bien.
A los pocos días recibí un mail de ella diciéndome que él había admitido su error y que habían vuelto a vivir juntos. Después que aquellos momentos tan malos, todo iba mejor que nunca porque él había entendido que en la vida hay que escoger y que en ningún sitio iba a ser más feliz que con ella.
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