“Mi exmujer y yo nos separamos hace seis meses, yo nunca he dejado de quererla, pero ella ha rehecho su vida, vive con su pareja y parecen felices, o al menos eso pensaba, pero últimamente me da la sensación de que está más amable conmigo, me mira de otra manera la noto… no se, más cómplice. Yo me muero de ganas por volver con ella pero necesito saber qué siente mi exmujer por mí.”
Esta es la historia de un cliente que acudió a mi consulta de tarot no hace mucho. Él tenía sus sentimientos muy claros, seguía enamorado aunque su exmujer hubiese rehecho su vida. Tras charlar un rato con él decidimos que lo mejor sería realizar una tirada de tarot sobre el futuro de su relación para saber cuanto antes qué siente su exmujer.Al realizar la tirada pude ver que su relación se había roto por la monotonía y la falta de nuevas experiencias, ella era una mujer muy activa, deseosa de ver el mundo y descubrir nueva gente y nuevas experiencias, mientras que él era un tipo calmado, hogareño, amante de la vida tranquila y de la rutina, no habían sabido adaptarse el uno al otro, especialmente él. Cuando se lo comenté me dijo que era cierto, que él jamás hizo el esfuerzo que su mujer sí que hizo por intentar amoldarse a su forma de vida, pero estaba muy arrepentido, se daba cuenta del terrible error que había cometido y quería recuperarla como fuera, su mayor miedo era que ya fuese demasiado tarde.
Pero no era así, ella, tras haber roto su matrimonio buscó justo lo contrario, un hombre activo, amigo del deporte, de salir de noche, de conocer a gente… Y aunque con él congeniaba bien, ella cada vez se estaba dando más cuenta de que no era feliz a su lado como pareja, ya que no le aportaba nada. Además su marido era un hombre tranquilo, paciente y muy dialogante y este otro hombre carecía de todas esas cualidades, en ocasiones era prepotente, chulesco, egoista y podía pasar de cero a cien en una discusión en un segundo. En definitiva ella estaba empezando a valorar todo lo que había perdido al dejar a su marido.
Al comentárselo al marido se le iluminaron los ojos, “qué debo hacer?” me dijo, la respuesta era muy simple y muy complicada al mismo tiempo “nada”. Tenía que esperar, en la medida en que esa otra relación se fuese deteriorando, gracias a un pequeño ritual (a base de manzanilla, como la que enseño en la foto) los recuerdos que ella tenía de su exmarido cada vez se irían haciendo más y más presentes, y de una manera más dulce, de tal modo que para cuando esa relación terminase ella estaría deseando volver a saber de él.
Durante unos meses realizamos ese ritual periódicamente hasta que finalmente el marido un día me mandó un mail para decirme que ya no hacía falta hacerlo más, ella le acababa de llamar para explicarle que aún le quería y que necesitaba volver a tener una oportunidad junto a él.
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