Quiero que mi ex pareja se aleje de mí

Una amiga se puso en contacto a través de mi tarot online, y me decía rotunda:

Paloma, quiero que mi pareja se aleje de mí. Hace cuatro años que mantengo una relación con mi novio, y al principio todo parecía perfecto. Después de un tiempo él fue cambiando y a estas alturas de la relación me siento sin fuerzas para continuarla. Se ha vuelto una persona violenta y me da miedo ser yo la que de el paso de abandonarlo, por eso quiero que sea él mismo quien dé el paso de dejar la relación. Necesito que me ayudes a librarme cuanto antes de esta relación, confío en que puedas hacerlo y te doy las gracias de antemano.

Ritual de alejamiento para terminar con una relación no deseada

Supe que mi amiga estaba bastante angustiada a causa del problema y me puse rápidamente en contacto con ella. Efectivamente, se encontraba en una situación bastante desesperada. Estaba atrapada en una relación de la que temía salir a causa de las posibles represalias, pero en la que no soportaba estar ni un minuto más.

Para comenzar cuanto antes, aconsejé realizar una lectura de tarot, con la que analizar el estado de los sentimientos de su novio y así poder elegir la manera más óptima de actuar para solucionar el problema. Las cartas mostraron a una persona posesiva e iracunda. Más que estar enamorado de su novia, sentía que ésta era un objeto de su propiedad, un trofeo con el que sentirse seguro ante los demás. Llegados a este punto, acordé con esta amiga en que lo mejor sería realizar un ritual de alejamiento, con el que su novio comenzará a sentir la necesidad de romper los lazos que él mismo había ido atando con tanta fuerza. Mi amiga dio su visto bueno para iniciar el ritual que acabaría con esta relación y así lo hice.

Terminar una pesadilla

Pasada una semana volví a contactar con esta mujer para comprobar si había comenzado a notar algún cambio. Me dijo que había pensado en avisarme ella misma. Estaba muy esperanzada en que su pesadilla hubiese acabado por fin, ya que su novio había comenzado a poner excusas para no verse coincidiendo con el mismo día en que le realicé en ritual de alejamiento, y que en toda esa semana no se habían visto ni un sólo día. Además, se había limitado a hacerle una única llamada, precisamente para excusarse, cuando antes ejercía un control absoluto sobre ella, llamándola a cada rato para asegurarse de lo que hacía o dónde se encontraba.

Sé que el problema de esta amiga está resuelto, y ahora le deseo que emprenda una nueva vida y que se enamore de alguien que la quiera de verdad.