Muchas mujeres acuden a mi consulta de tarot por problemas con sus amantes. En muchas ocasiones una relación clandestina llena de pasión y sentimientos muy intensos puede enfriarse y uno de los dos termina por no hacer caso al otro. El problema es que no todo el mundo vive esas relaciones igual y es muy facil terminar queriendo a un amante más de lo que se ha querido nunca a nadie. Cuando sucede esto, es imprescindible hacer algo antes de que sea demasiado tarde y todo desaparezca tal y como surgió. Éste es un caso que me sucedió hace un tiempo.
“Tengo una relación extramatrimonial desde hace unos meses, ha sido lo más maravilloso que me ha pasado en mucho tiempo pero tengo la sensación de que él ya no está interesado en mí. No me hace caso, cada vez es menos fogoso, ha perdido el interés en mí y me temo que todo está a punto de terminar. El problema es que yo me he enamorado de él. Quiero a mi amante y no puedo perderlo. Necesito que me ayudes”
Realicé una lectura de tarot sobre su vínculo emocional con ese hombre esa misma tarde. Al terminar la lectura, ví que efectivamente ésa había sido una relación muy fogosa, muy intensa y llena de sentimientos muy fuertes pero en el caso de él esos sentimientos se estaban apagando. Mi amiga le había interesado mucho a ese hombre pero solo hasta que la había conseguido. Su atracción era fundamentalmente física, incentivada por la dificultad de lo prohibido pero ya había conseguido lo que quería y su interés estaba empezando a apagarse poco a poco.
Dada la naturaleza de su vínculo y sus energías vitales, le recomendé a mi amiga realizar un hechizo de amor con miel para conquistar a un hombre. De esa forma conseguiría que comenzasen a nacer sentimientos de amor donde hasta entonces solo había deseo. El hechizo transformaría esa atracción física en sentimientos de amor pero debía darse prisa ya que incluso la atracción física empezaba a desaparecer. Le expliqué todo lo que debía hacer y esa misma noche realizó el ritual.
Un mes después me puse en contacto con ella para saber cómo iba todo y me contó que las cosas habían mejorado. Poco a poco él comenzaba a mostrar más interés en ella y de un tiempo a esta parte se mostraba mucho más cariñoso, tenía detalles que nunca había tenido y se mostraba mucho más implicado de lo que había estado nunca.
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