En esta carta de tarot Osho hay un rostro rodeado de hielo del que manan lágrimas de los colores del arco iris. Esta carta en una lectura de tarot nos representa la ruptura de ese aislamiento- congelamiento, ya que dichas lágrimas son las únicas que pueden fundir el hielo interior, ese escudo que nos ponemos para no sufrir, pero que en realidad nos hace sufrir mas, porque nos aísla del mundo que nos rodea.Este rostro triste rodeado de hielo nos viene a decir que estamos aislados, que vivimos en una isla, separados de los demás, centrándonos en el ego no en la existencia.
Interpretación de Aislamiento en una lectura de tarot Osho
Lo que nos quiere decir esta carta en una lectura de tarot es que hay que romper con el aislamiento que vamos creando día a día y que nos hace infelices.
En nuestra sociedad, sobre todo a los hombres, se les enseña a no mostrar sus sentimientos, a no llorar, a demostrar que son fuertes y a poner cara de valientes ante situaciones que pueden herirles, y sobre todo a mostrarse fríos y aparentar que no sienten dolor.
Poco a poco esto va pasando también con las mujeres, cayendo en la misma trampa.
Todos nosotros en algún momento de nuestras vidas podemos sentir que la única manera para que no nos hieran, es ocultando nuestros sentimientos y emociones, encerrándonos en nosotros mismos.
Y si nuestro dolor se va haciendo cada vez mas profundo, puede que hasta intentemos esconderlo de nosotros mismos. Esta situación nos puede endurecer y hacernos rígidos y fríos, porque somos conscientes de que una pequeña rotura de ese hielo puede hacer que ese daño vuelva a fluir y nos haga vulnerables nuevamente.
Pero eso no debe ser así, tenemos que aprender a demostrar los sentimientos, las lágrimas nos ayudan a fundir ese hielo interior.
Está bien llorar, no hay que avergonzarse por ello, ya que llorar nos permite liberar nuestro dolor, nos ayuda a dejar de ser fríos, a mostrarnos tal y como somos realmente. Abrirnos al calor que da el amor en nuestras vidas.
Si conseguimos que el amor destruya ese hielo, la felicidad volverá a aparecer y nos llenará de alegría, como consecuencia dejaremos de estar aislados, dejando la soledad interior a un lado, para poder centrarnos en la existencia y no en el ego.
En definitiva para poder vivir centrados en nuestros sentimientos sin tener miedo al dolor.
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