La carta de El Ermitaño se representa en el tarot de Marsella mediante un hombre anciano que camina, aunque en la carta de tarot jamás se ven sus pies. En su mano derecha lleva un farol que le muestra el camino y en la izquierda un bastón que le ayuda a avanzar. Ésta es la carta del empresario, el conocimiento, el avance frente a la adversidad y la perseverancia incluso en momentos difíciles. Además este arcano representa la soledad, la actitud reflexiva y el sacrificio.
Cuando el Ermitaño aparece como la carta central en una lectura de tarot, muestra la necesidad de un momento de reflexión, de pararse para decidir hacia dónde avanzar, es la brújula de nuestra vida que muestra el camino.
Interpretación de El Ermitaño en una lectura de tarot
La carta de El Ermitaño muestra a una persona que vive una situación de aislamiento y soledad no necesariamente impuesta. Puede tratarse de un periodo de reflexión necesario para encontrar la dirección correcta en su vida. Esta carta representa todo lo que es noble y verdadero, fruto del esfuerzo y el sacrificio constante. Anuncia futuros triunfos que nunca serán fáciles, conseguidos con esfuerzo y perseverancia.
Es la meta del camino recorrido en el que nos hemos realizado más caminar que al llegar, y a la vez es un símbolo de conclusión, el noveno arcano muestra el fin de un ciclo que se renueva con la décima carta.
Si la carta aparece influenciando una faceta del carácter de una persona muestra a alguien reflexivo, sacrificado y trabajador, a quien la búsqueda de la verdad le mueve más que el interés personal.
Si la carta aparece en una lectura referida a una relación indica que la pareja exigirá esfuerzo, sacrificio y compromiso pero a la larga habrá valido la pena. Es una carta muy habitual en las relaciones difíciles que atraviesan dificultades, aquellas que con esfuerzo y compromiso terminan siendo las más fuertes.
Cuando la carta de El Ermitaño se muestra como una influencia positiva simboliza la sabiduría, la prudencia y la soledad no impuesta ni dolorosa, una soledad reflexiva necesaria para encontrar el camino. También muestra el desapego hacia los bienes materiales y el dinero, para buscar las cosas que realmente valen la pena
Si la carta de El Ermitaño aparece de una forma negativa indica timidez extrema, imprudencia, falta de reflexión obsesión y problemas de relación con el entorno. Por regla general puede indicar problemas de depresión derivada de la soledad impuesta.
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