En esta carta de tarot Osho aparecen dos árboles en flor cuyas ramas se entrelazan, sus pétalos caen sobre el mismo suelo sin importar el árbol del que vienen, creando un tapiz bellísimo. Su significado en una lectura de tarot no puede ser más evidente. Es el amor lo que nos une, y viendo esta carta es como si la tierra y el cielo se mantuviesen unidos por amor.
Esta carta representa la esencia de los amigos de verdad, aquellos con los que siempre te sientes a gusto aunque haga años que no les ves, los que mantienen una relación natural de cercanía y madurez.
Interpretación de la Amigabilidad en una lectura de tarot Osho
En la relación entre estos dos árboles no hay prisas ni tensiones, su cercanía no implica que uno de los dos quiera imponerse sobre el otro ni quiera cambiarlo, cada uno es de una manera y ambos se aprecian tal como son. El mensaje de esta carta cuando aparece en una lectura de tarot Osho es evidente. Estás en disposición de iniciar una relación de amistad como la de estos dos árboles, cercana, fuerte, duradera y productiva.
Esta carta muestra un paso de página en la vida, ya no te interesan las relaciones intensas, dependientes o destructivas en las que has podido estar hasta ahora. Ahora buscas otra cosa, estás más allá, necesitas una relación de amistad más profunda, tranquila y reflexiva. Puede ser una relación igualmente intensa pero de un modo mucho más pausado, profundo y productivo, se terminan el tipo de relaciones que hasta ahora habías tenido, y que sigues viendo a tu alrededor para dar paso a otro tipo de vínculo más maduro y a la larga mucho más productivo.
No se trata de una pérdida, sino de una evolución, el nacimiento de una forma de relacionarse más madura, amorosa y de calidad humana mucho más profunda, ha terminado el tiempo para las relaciones banales, eso ya no te interesa.
El amor sucede por sí mismo, no se le puede apresurar y cuando llega no se puede frenar, es la vida la que impone sus tiempos y para todo hay una edad, no es lógico mantener el tipo de relaciones que se tiene con 20 años a los 40, ni viceversa. Evolucionamos en la medida en que vamos viviendo experiencias, todas esas experiencias son necesarias para dar los pasos adecuados en nuestra vida, nada de lo que nos sucede es inútil.
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