La carta de la fuerza en el tarot de Marsella se representa con una dama a la que podemos ver sujetando las fauces de un león con sus dos manos. Se trata de una representación femenina muy elegante, vestida con tocados y sombrero de ala ancha que representa el dominio de la inteligencia sobre la fuerza bruta, el orden sobre el caos, la perseverancia sobre la adversidad. Aunque siempre sin destruirla, es una lucha perpetua donde no termina de imponerse completamente.
La carta de La Fuerza muestra la lucha eterna del ser humano contra la adversidad, cómo la luz se puede imponer a las sombras incluso en los momentos de mayor adversidad aunque nunca sin esfuerzo.
Interpretación de La Fuerza en una lectura de tarot
Cuando aparece la carta de la fuerza como carta central en una lectura de tarot nos indica la necesidad de control, sobre los sentimientos y el pánico o el miedo para poder resolver la situación en la que nos encontramos. Es la fuerza que nos empuja a seguir adelante en los momentos adversos, nos muestra la energía de la sensatez, el orgullo y la presencia. Cuando se muestra esta carta siempre es referida a una situación difícil que exigirá coraje. La frase que mejor la define es “no sabes lo fuerte que eres hasta que tu única opción es ser fuerte”.
Implícitamente muestra problemas, pero con perseverancia, constancia y sin perder los nervios esos problemas podrán ser controlados. Sin violencia ni fuerza bruta. No en vano la carta de la fuerza en el tarot de Marsella se representa con una mujer.
Si la carta aparece derecha, su mensajes es de valor, energía e inteligencia capaz de vencer a la fuerza bruta. Autocontrol, dominio de la situación por compleja que sea y retos que se superan positivamente. Derrota del mal tras esfuerzos y sacrificios.
Si la carta aparece invertida, nos indica flaqueza, impotencia y falta de vigor para asumir los retos que la vida nos presenta. En esos casos lo más indicado será evadir los conflictos y no intentar resolver los problemas pendientes ya que no seremos capaces de llegar a buen puerto.
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