El personaje que aparece en esta carta de tarot Osho es perfectamente identificable, una sonrisa es su sello, una máscara con una sonrisa inocente y perfecta, sujeta por una serpiente cuya cola resulta ser la corbata de un individuo mucho más siniestro y turbio. Cualquiera en una lectura de tarot reconoce esta carta como la de la política sin necesidad de conocer la baraja de tarot Osho.
Interpretación de La Política en una lectura de tarot Osho
El personaje que aparece en esta carta de tarot es alguien que en realidad todos llevamos dentro. Hasta la persona más inocente lleva un político oculto en su mente. En realidad la política es una herramienta de nuestra mente para relacionarnos con los demás. Nuestro modo de pensar nos empujaa a manipular las situaciones que nos rodean, e incluso a veces a las personas, para conseguir aquello que estamos buscando.
En esta carta de tarot Osho la mente está representada por la serpiente, cubierta por nubes que le dan un aire de inocencia pero hablando con su lengua viperina. Lo fundamental en esta carta de tarot es entender que ambos rostros que aparecen son falsos. Es muy evidente, ya que la sonrisa está dibujada en una máscara de carnaval sujeta por la serpiente, pero el otro rostro también lo és, ya que de la misma manera lo sujeta esa serpiente, a través de un nudo en su cuello. Si resulta tan siniestro y peligroso es porque la serpiente quiere que así sea. Está jugando la carta de la amabilidad y de la amenaza.
Los políticos nunca ofrecen su rostro real, jamás dan una opinión en la que crean profundamente, todo es un juego de máscaras.
Cuando aparece esta carta es el momento de hacer examen de conciencia, saber si estamos actuando como debemos o como creemos que debemos hacer, si somos nosotros mismos o nos estamos imponiendo máscaras con la intención de conseguir lo que buscamos.
En muchas ocasiones esas máscaras sólo consiguen entorpecer la búsqueda. Si lo que queremos conseguir es algo que vale la pena, nuestra mejor opción será ser nosotros mismos sin intentar engañar a nadie ni engañarnos. La verdad es como una gota de aceite, siempre termina saliendo a la superficie.
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