El Sumo Sacerdote es la quinta carta de la baraja del tarot de Marsella, la más habitual en cartomancia moderna. Al igual que el arcano anterior, el Emperador, se trata de una carta masculina y en muchos aspectos cuando aparecen juntas en una lectura de tarot se contraponen, son dos formas complementarias de entender el mundo que nos rodea. En la carta de El Sumo Sacerdote siempre aparece un hombre anciano, ataviado con ropajes elegantes, siempre aparece con dos columnas a su espalda y dos pajes a sus rodillas.
La carta de tarot de el sumo sacerdote es una carta de misticismo y espiritualidad, frente a la carta del emperador que simboliza la fuerza y el mundo material, son las dos caras de una misma moneda, el ser y la esencia, el cuerpo y el alma. En una lectura de tarot online generalmente representa la lucha de lo espiritual contra lo material, el esfuerzo de lo trascendente para imponerse sobre lo mundano.
Cartomancia: El Sumo Sacerdote en una lectura de tarot
Cuando esta carta domina una lectura de tarot, simboliza el misticismo y el mundo espiritual, la necesidad de un tiempo de retiro en el que poder analizarse y encontrar las respuestas que el día a día no nos permite buscar. También puede representar un hogar apacible lleno de armonía y respeto, o su búsqueda. Si esta carga guia la tirada en una lectura de tarot online simboliza que se alcanzará esa armonía espiritual. A nivel personal puede mostrar una figura de conocimiento, un maestro, un médico o un compañero con experiencia preocupado. Si la lectura está centrada en una persona concreta indicará que posee unas fuertes convicciones morales, alguien de costumbres intachables. A nivel laboral habla de una empresa sin asuntos turbios, un sitio donde vale la pena estar por la rectitud y los valores que priman a la hora de trabajar.
Cuando la influencia de la carta es positiva simboliza paciencia, conocimiento, humildad, generosidad y alguien en quien confiar, un médico, un abogado… Alguien que sabe lo que hace.
Si la influencia de la carta es negativa, simboliza ausencia de moral o doble moral, ignorancia, prepotencia y falta de la humildad necesaria para poder aprender de alguien que sabe más.
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